Gestión menstrual en personas con discapacidad visual

Hablar de la gestión menstrual es derrumbar mitos y abrir la visión hacia la salud menstrual de los cuerpos gestantes. En Argentina, más de 12 millones de niñas, mujeres, varones trans y personas no binarias menstrúan.

Hay muchos factores que se podrían decir que son desinformativos y estigmatizantes referentes a la menstruación de las mujeres con discapacidad. Una de las problemáticas sociales por las que atraviesan las identidades menstruantes es el acceso a poder llevar de manera autónoma, higiénica y digna su menstruación.

Llevar una salud menstrual en países donde la falta de herramientas de educación referente a programas que impulsen y visibilicen la salud y el acceso a los productos para llevar un higiene correcta del ciclo menstrual es considerado tabú.

Muchas mujeres y niñas sienten vergüenza y miedo cuando se trata de hablar de su menstruación. Esto dificulta la asistencia a clases de muchas niñas, debido a que no cuentan con hospitales que provean atención y productos para llevar con discreción y de forma autónoma su gestión menstrual.

Una cuestión social que es una realidad es que en los países con ingresos más bajos tienen más probabilidad de que los niños puedan adquirir alguna discapacidad en comparación con los países con ingresos altos. En relación al género, las mujeres y las niñas tienen más probabilidades de presentar una discapacidad, con una tasa de probabilidad del 19%, frente al 12% de los hombres y los niños.

¿Cuáles serían los cuatro pilares fundamentales para una intervención de salud e higiene menstrual en las infancias?

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en su Manual sobre salud e higiene menstrual (2009), los cuatro pilares fundamentales para que las niñas y mujeres puedan llevar de una manera más digna y saludable su gestión menstrual son:

  • Apoyo social: La comunicación es la base fundamental para erradicar los estigmas y tabúes sobre la menstruación. Esto se puede lograr orientando, educando y capacitando en los diferentes espacios de interacción social, como las escuelas y los colegios. Es importante crear herramientas de intervenciones efectivas relacionadas a estos temas de salud menstrual para las mujeres con discapacidad, para así poder erradicar la discriminación y que las demás personas tengan otra visión y otro tipo de comportamiento. Las niñas con discapacidad en edad de crecimiento son la etapa perfecta para que los padres puedan ayudar a orientarlas y a educarlas sobre la menstruación y cómo llevarla de manera segura y digna. Los padres pueden obtener información sobre este tema recurriendo a los distintos organismos, como las oficinas de protección de los derechos de las infancias.

 

  • Conocimiento y aptitudes: Las mujeres en edad de crecimiento deben poder tener total acceso a una información precisa y oportuna sobre su salud menstrual. También es necesario visibilizar o educar de manera que estos materiales sobre la salud e higiene menstrual se puedan explicar o asociar con imágenes de niños y niñas con discapacidad. En cuanto a la accesibilidad, es importante que toda la información pueda ser aprendida o comprendida, por lo que es indispensable que el material esté en formato de lenguaje braille, audiodescriptivo, entre otras maneras de accesibilidad. La información debe ser clara y comprensible, y cada dato que aparezca debe estar segmentado y separado por sexo, género, discapacidad y edad. Es importante promover la inclusión de las niñas y mujeres con discapacidad en los procesos de monitoreo y retroinformación, adaptando los mecanismos de retroinformación para abordar sus necesidades de comunicación particulares.

 

  • Instalaciones y servicios: En muchas partes del mundo, el acceso al agua potable y saneamiento es un desafío para la salud. La higiene menstrual es un aspecto crucial para prevenir enfermedades, infecciones y virus. Por esta razón, el enfoque de WASH debe ser inclusivo, teniendo en cuenta a todas las personas, independientemente de su género o discapacidad.

 

  • Materiales: Todas las niñas y mujeres adultas con discapacidad deben contar con información pertinente sobre los cuidados y los productos para su gestión menstrual. Cada niña y mujer tiene la total libertad de intervenir y elegir sobre la adaptación dependiendo de cuál crea que se amolde a sus necesidades según su discapacidad. Dado que la accesibilidad debe estar presente en sus empaques e instrucciones de uso, es importante que los materiales estén disponibles en diferentes formatos, como Braille, audiodescriptivo y lenguaje claro.

¿Cuáles son las problemáticas más comunes que enfrentan las mujeres con discapacidad en su gestión menstrual?

Productos para la gestión menstrual: ¿son accesibles? ¿Cómo ASAC interviene para facilitar la accesibilidad?

Los productos para la gestión menstrual no son accesibles, por varias razones.

El costo es un factor a nivel nacional que dificulta el acceso a estos productos. Muchas personas que menstrúan no tienen la posibilidad de acceder a toallas higiénicas, tampones, analgésicos, etc., debido a su elevado costo. Esta información se sustenta en el último informe del Observatorio de MuMaLá, que dio a conocer que de 2021 a 2022 los productos de gestión menstrual aumentaron un 41% en la ciudad de Salta.

Las personas con discapacidad visual se enfrentan a barreras adicionales a la hora de comprar productos menstruales. Para muchas mujeres con discapacidad visual, contar con la autonomía propia de poder elegir qué productos seleccionar es un desafío debido a la poca accesibilidad que ofrecen los productos.

Fatima Garro, una joven músico que vive en el Hogar ASAC, nos cuenta en una entrevista lo difícil que es identificar los tamaños de las copas menstruales: “Las marcas de las copas, por ejemplo, no tienen las cajas en braille, para que uno sepa qué marca es, el tamaño, entre otras características”. Por otro lado, Micaela Malaspina, concurrente del Centro de Día, nos dice mostrando un empaque de toallas higiénicas de un supermercado: “La realidad es que si vos te pones a pensar no tiene ni una accesibilidad, no tenés cómo diferenciar y además todas sabemos que tenemos una gran variedad para elegir, para todos los gustos, con perfume, sin perfume, con alas sin alas”.

Desde el equipo de profesionales de ASAC, nuestra Terapeuta Ocupacional, Camila Suarez, trabaja para que las mujeres con discapacidad visual puedan superar estos desafíos a través de la tecnología. Para ello, utilizan aplicaciones de asistencia (LookOut) que permiten identificar los productos. De esta manera, las mujeres reciben la capacitación necesaria para poder comprar los productos que necesitan.

Reconocer cuando está comenzando su período

Si bien es cierto que hay mucha desinformación sobre la menstruación en las personas con discapacidad visual, muchas personas no asocian el hecho de que una persona tenga discapacidad y menstrue. Por eso, es importante la educación sobre la gestión menstrual.

A las mujeres con discapacidad visual les cuesta identificar signos y síntomas de la menstruación, como los cambios de flujo vaginal, el dolor menstrual o el malestar en general.

Desde ASAC, trabajamos desde las áreas de la salud, con el objetivo de educar y preparar a todas aquellas personas que enfrentan desafíos en la vida diaria. La gestión menstrual debe ser abordada desde diferentes ejes transversales, pero también brindar soluciones a través de información y contenido.

 

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